A pocos kilómetros de Castiglione della Pescaia, en una posición ligeramente elevada con respecto a la zona que ocupaba el lago Prile, se encuentra La Tenuta La Badiola, ahora propiedad del Grupo Terra Moretti. Fue residencia del Gran Duque de Toscana Leopoldo II quien, con una intuición clarividente, pensó en transformarla en un polo agrícola ejemplar.
Una brillante elección que, contextualizada en la Italia de mediados del siglo XIX, representó un verdadero modelo de sistema agrícola innovador. Actualmente son 500 hectáreas las que componen la Finca, en las que se expresa la variedad y biodiversidad del paisaje de la Maremma, con llanos, laderas y colinas ocupadas por viñedos, olivares, bosques y maquis mediterráneos. En este diálogo armonioso, entre la naturaleza y el trabajo del hombre, la fuente del Acquagiusta, un manantial subterráneo que brota naturalmente de la roca, siempre ha jugado un papel primordial. Es desde tiempos de Leopoldo II que esta 'mágica' y perenne fuente da vida y fertilidad a las tierras y habitantes de la Hacienda. Hasta tal punto que, podemos decir, el paisaje, la riqueza y la exuberancia de la naturaleza de aquella época, se han convertido con el tiempo en una visión, una especie de estímulo, un ejemplo virtuoso para animar el actual proyecto de Tenuta La Badiola. Por tanto, el agua, paradójicamente, como fuente de inspiración de un proyecto enológico. Pero, más aún, un manantial, el de Acquagiusta, como referente ideal, incluso simbólico, de la idea de todos los vinos de Tenuta La Badiola.
Los vinos de Acquagiusta, por tanto, como hijos de una primavera y de un territorio, inspirados en el genius loci, modelados por el viento y el sol, marcados por la tierra y el tiempo. Un proyecto vitivinícola y vitivinícola que nace del respeto a un 'saber agrícola' del pasado, con la apuesta de devolver la identidad a cultivos, como la vid, largamente olvidados en esta magnífica y única zona de Italia, la Maremma toscana.