En concreto, para la elaboración de Pascal Jolivet Pouilly-Fumé se seleccionaron uvas de sauvignon blanc cultivadas en distintos suelos, a saber, un 50% en piedra caliza, un 30% en sílex y el 20% restante en suelo arcillo-calcáreo. Cada parcela fue vinificada por separado en tanques de acero inoxidable termorregulados para preservar la mineralidad, finura, presencia frutal, riqueza y estructura, aportadas por cada uno de estos suelos. Tras el ensamblaje final se obtuvo un vino complejo, expresivo, elegante e intemporal, especialmente recomendado para acompañar todo tipo de pescados, frutos del mar y quesos de cabra.