Elaborado con uvas seleccionadas de diferentes parcelas de los proveedores históricos de la familia en San Vicente de la Sonsierra, este vino nació para reflejar la diversidad de las viñas de este pueblo riojano y el trabajo de sus viticultores. Un magnífico tinto en el que se revela la variabilidad de suelos, vientos y orientaciones, que van desde los terrenos cascajosos del cuaternario junto al Ebro a 425 metros de altitud, hasta los suelos más rocosos y pobres, constituidos por areniscas y margas de origen terciario que llegan hasta los 695 metros.